viernes, 18 de septiembre de 2015

¡ PRIMEROS POEMAS DEL CURSO!

¡Ya tenemos en nuestras manos los primeros poemas del curso!  Son poesías del escritor alicantino Miguel Hernández. El mes que viene se conmemora el 105 aniversario de su nacimiento.



Hoy, viernes, hemos estado hablando en clase un poco sobre la vida de este escritor.
El lunes completaremos los datos de la biografía, usando este orden, con lo que entre todos hayamos buscado en casa:

qué sabemos de su nacimiento:
Nació en Orihuela, Alicante, el 30 de Octubre de 1910.
Sus padres se llamaban Vicente y Concha. Su padre era comerciante de ganado y su madre, ama de casa.
Tenía 2 hermanos cuando nació. Luego tuvo más, pero murieron de pequeños.

qué sabemos de su niñez:

ESTUDIÓ EN ESTOS COLEGIOS :  Nuestra señora Montserrat , Amor de Dios , Santo Domingo de Orihuela.  Abandonó el colegio cuando tenía 9 años. Luego volvió pero tuvo que  dejarlo definitivamente cuando tenía 17 para ayudar a su familia con el trabajo. Miguel se dedicaba a pastorear con las cabras y por la tarde, a vender la leche por las casas. 
A escondidas seguía leyendo y escribiendo poesías.


qué sabemos de su juventud:
Cuando se produjo la Guerra Civil por la culpa de un militar (Franco)  que dió un golpe de estado contra el gobierno democrático, Miguel Hernández decidió luchar en el bando republicano a favor de la libertad y la democracia.
Viajó a Madrid varias veces para conseguir trabajar como escritor pero tuvo muchas dificultades.
Conoció a grandes poetas y escritores como Lorca, Vicente Aleixandre, Pablo Neruda, Alberti...
Durante la guerra civil, Miguel escribe muchos libros y recita sus poesías en el frente de batalla, a los soldados.


qué sabemos de su muerte:
A punto de concluir la guerra, Miguel es detenido en la frontera con Portugal y encarcelado en varias cárceles. 
Fue condenado a muerte aunque luego le conmutaron la pena por 30 años de cárcel.
Murió enfermo en la cárcel de Alicante, el 28 de marzo de 1942 cuando tenía 32 años.

qué sabemos de sus libros y poesías

LOS TÍTULOS: El rayo que no cesa , El viento del pueblo , El hombre que acecha y el Cancionero y Romancero de ausencias.
También escribió algunas obras de teatro.
Muchos cantantes han hecho canciones con sus poesías.



Estos son los textos.  Al final podéis visitar el muro para escuchar cómo los recitamos DE MEMORIA, sin leer nada.  ¡Os gustará!



Déjame que me vaya,

madre, a la guerra.

Déjame, blanca hermana,

novia morena.

Déjame.

Y después de dejarme

junto a las balas, 

mándame a la trinchera 
besos y cartas. 
Mándame



Umbrío por la pena, casi bruno,
porque la pena tizna cuando estalla,
donde yo no me hallo no se halla
hombre más apenado que ninguno.
Sobre la pena duermo solo y uno,
pena es mi paz y pena mi batalla,
perro que ni me deja ni se calla,
siempre a su dueño fiel, pero importuno.
Cardos y penas llevo por corona,
cardos y penas siembran sus leopardos
y no me dejan bueno hueso alguno.
No podrá con la pena mi persona
rodeada de penas y de cardos:
¡cuánto penar para morirse uno!

El sol, la rosa y el niño
flores de un día nacieron.
Los de cada día son
soles, flores, niños nuevos.
Mañana no seré yo:
otro será el verdadero.
Y no seré más allá
de quien quiera su recuerdo.
Flor de un día es lo más grande
al pie de lo más pequeño.
Flor de la luz el relámpago,
y flor del instante el tiempo.
Entre las flores te fuiste.
Entre las flores me quedo.



Tengo estos huesos hechos a las penas
y a las cavilaciones estas sienes:
pena que vas, cavilación que vienes
como el mar de la playa a las arenas.
 
Como el mar de la playa a las arenas,
voy en este naufragio de vaivenes,
por una noche oscura de sartenes
redondas, pobres, tristes y morenas.
 
Nadie me salvará de este naufragio
si no es tu amor, la tabla que procuro,
si no es tu voz, el norte que pretendo.
 
Eludiendo por eso el mal presagio
de que ni en ti siquiera habré seguro,
voy entre pena y pena sonriendo.
 
 
 
Una querencia tengo por tu acento
una apetencia por tu compañía
y una dolencia de melancolía
por la ausencia del aire de tu viento.
 
Paciencia necesita mi tormento,
urgencia de tu garza galanía,
tu clemencia solar mi helado día,
tu asistencia la herida en que lo cuento.
 
¡Ay querencia, dolencia y apetencia!:
tus sustanciales besos, mi sustento,
me faltan y me muero sobre mayo.
 
Quiero que vengas, flor, desde tu ausencia.
a serenar la sien del pensamiento
que desahoga en mí su eterno rayo.

Fatiga tanto andar sobre la arena
descorazonadora de un desierto,
tanto vivir en la ciudad de un puerto
si el corazón de barcos no se llena.
 
Angustia tanto el son de la sirena
oído siempre en un anclado huerto,
tanto la campanada por el muerto
que en el otoño y en la sangre suena,
 
que un dulce tiburón, que una manada
de inofensivos cuernos recentales,
habitándome días, meses y años,
 
ilustran mi garganta y mi mirada
de sollozos de todos los metales

y de fieras de todos los tamaños.



Debajo del granado  de mi pasión  
amor, amor he llorado  
¡ay de mi corazón!  

Al fondo del granado  de mi pasión  
el fruto se ha desangrado  
¡ay de mi corazón!
Escribí en el arenal los tres nombres de la vida:
vida, muerte, amor. 
Una ráfaga de mar,
 tantas claras veces ida,
 vino y los borró.
La cantidad de mundos  que con los ojos abres, que cierras con los brazos. La cantidad de mundos que con los ojos cierras, que con los brazos abres.
No te asomes a la ventana, que no hay nada en esta casa. Asómate a mi alma. No te asomes al cementerio que no hay nada entre estos huesos. Asómate a mi cuerpo.
Por una senda van los hortelanos, que es la sagrada hora del regreso, con la sangre injuriada por el peso de inviernos, primaveras y veranos. Vienen de los esfuerzos sobrehumanos y van a la canción, y van al beso, y van dejando por el aire impreso un olor de herramientas y de manos. Por otra senda yo, por otra senda que no conduce al beso aunque es la hora, sino que merodea sin destino. Bajo su frente trágica y tremenda, un toro solo en la ribera llora olvidando que es toro y masculino.
Yo sé que ver y oír a un triste enfada
 cuando se viene y va de la alegría 
como un mar meridiano a una bahía, 
a una región esquiva y desolada. 
Lo que he sufrido y nada todo es nada 
para lo que me queda todavía 
que sufrir, el rigor de esta agonía 
de andar de este cuchillo a aquella espada. 
Me callaré, me apartaré si puedo 
con mi constante pena, instante, plena, 
a donde ni has de oírme ni he de verte.
Me voy, me voy, me voy, pero me quedo,
pero me voy, desierto y sin arena: 
adiós, amor, adiós, hasta la muerte



Por fin trajo el verde Mayo correhuelas y albahacas a la entrada de la aldea y al umbral de las ventanas. Al verlo venir se han puesto cintas de amor las guitarras, celos de amor las clavijas, las cuerdas lazos de rabia, y relinchan impacientes por salir de serenata. En los templados establos donde el amor huele a paja, a honrado estiércol y a leche, hay un estruendo de vacas que se enamoran a solas y a solas rumian y braman. La cabra cambia de pelo, cambia la oveja de lana, cambia de color el lobo y de raíces la grama. Son otras las intenciones y son otras las palabras en la frente y en la lengua de la juventud temprana. Van los asnos suspirando reciamente por las asnas.
Con luna y aves, las noches son vidrio de puro claras; las tardes, de puro verdes, de puro azul, esmeraldas; plata pura, las auroras parecen de puro blancas y las mañanas son miel de puro y puro doradas. Campea Mayo amoroso; que el amor ronda majadas, ronda establos y pastores, ronda puertas, ronda camas, ronda mozas en el baile y en aire ronda faldas..



Como el toro he nacido para el luto y el dolor,
como el toro estoy marcado 
 por un hierro infernal en el costado
y por varón en la ingle con un fruto.

Como el toro lo encuentra diminuto
todo mi corazón desmesurado,
y del rostro del beso enamorado,
como el toro a tu amor se lo disputo.

Como el toro me crezco en el castigo,
la lengua en corazón tengo bañada
y llevo al cuello un vendaval sonoro.
Como el toro te sigo y te persigo,
y dejas mi deseo en una espada,
como el toro burlado, como el toro.

YA TENEMOS LOS PRIMEROS AUDIOS: ESCÚCHALOS EN